Jorge Tamayo18 mar 20211 Min. de lecturaEx sacerdote - Padre, vengo a confesarme. - Cuéntame tus pecados, hija.- Acúsome padre, pues he pecado de pensamiento y me he enamorado del párroco del pueblo.
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El sueño de un pintorHace mucho tiempo o muy poco, o tal vez mañana, un pintor se encontraba muy cansado mientras trabajaba en su austero taller, cuando...
Emilia y su bicicletaCuando Emilia era muy niña, esperaba que todos se durmieran y salía a volar en su bicicleta a escondidas. Daba pequeñas vueltas a la casa...
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